
CENTRAL HISPANO PAVILION, EXPO 92
Architect:
Enrique Colomés Montañés
Awards:
Antonio Camuñas Prize, 1994
2nd Prize for Stone Construction, FIBUR SEVILLE, 1992
Exhibitions:
III Exhibition of Young Spanish Architects, Fundación Camuñas, 1994
Published in:
Guía de Arquitectura de Sevilla, Guillermo Vázquez Consuegra, 1992
A&V nº 34-35
Diseño Interior nº15, 1992
Client:
Fundación Cultural Banco Central Hispano
Construction company:
Construcciones San Martín
Collaborators:
Diego Berenblum, Carmen Gómez, Jaime López
Technical architect:
Javier Suárez de Figueroa
Location:
West Promenade of the Universal Exhibition Site, Isla de la Cartuja, Seville
Built area:
330 m²
Total project cost:
1,300,000 euros
Date:
09-03-1992
El proyecto tenía como finalidad construir un Pabellón representativo en la Exposición Universal de Sevilla que albergara una exposición de obras de arte y una oficina de atención al público.
La luz, defenderse de la luz, y la transición interior-exterior son las intenciones que el proyecto aborda desde sus inicios.
Ajeno a su presencia en la Exposición el edificio es un espacio continuo y cerrado, una caja abierta de forma rotunda por un gran plano horizontal. Juego de planos verticales y horizontales, equilibrio de luz y sombra, superficies y reflejos de piedra y acero que forman un ámbito exterior visible desde lejos como una gran boca de entrada.
La graduación y transparencia del acceso hacen ver de forma natural desde el exterior el corazón del edificio: un panel blanco, suspendido e iluminado cenitalmente, donde se exponen tras una pared de vidrio las obras de arte. La oficina se plantea como un fondo envolvente -aluminio de color azul- iluminado por pequeñas perforaciones en el techo que actúan como focos de luz natural.
La altura del plano de acero cortén se ha situado a 2,28 m. para controlar el soleamiento de poniente al interior y proporcionar el edificio en su proximidad al paseo con un desarrollo horizontal y una escala humana. El edificio es desmontable. La estructura es metálica y apoyada directamente en el suelo sin cimentación profunda.
La dimensión del despiece de travertino (1,90 x 1,15 m.) permite aprovechar la resistencia de los anclajes metálicos que las soportan y reducir el número de apoyos a la estructura.




