El proyecto se configura en dos cuerpos rectangulares y ortogonales que forman una esquina abierta ajardinada al Sur. Esta sencilla disposición permite por un lado adaptar las dos diferentes alturas de cornisa a cada calle en una volumetría clara y rotunda, característica de las bordas y construcciones tradicionales del valle, un prisma de piedra en el paisaje.

Por otro lado, esta disposición permite situar los estares y zonas de día, abiertos mediante amplios ventanales, en los testeros de orientación Sur y Este, mientras que los dormitorios se separan de la calle para mayor intimidad, con huecos más pequeños en los muros laterales, vinculados con los espacios ajardinados y arbolados de la parcela. Así, de los diecisiete apartamentos proyectados, catorce tienen orientación solar a Este y Sur y tres a Oeste, ninguno a Norte, aspecto vital en invierno.

Las cubiertas se construyen a dos aguas, siendo respuesta a las necesidades climáticas de Benasque y a una adecuación de usos óptima al interior y de forma sencilla. Se disponen con inclinación de 37° aproximadamente, sin aleros.